El Juego de las formas es un libro álbum escrito e ilustrado por Anthony Browne, que se publica por primera vez en 2003. Surge luego de que el autor participara del proyecto Caminos Visuales, en la Galería Tate Britain de Londres, entre Junio de 2001 y Marzo de 2002. En esa oportunidad, Browne trabajó con niños y niñas provenientes de escuelas de barrios vulnerables de la capital británica, alfabetizándoles usando las obras presentes en la Galería.
El libro inicia mostrándonos a un dibujante quién también es el narrador de esta historia. Nos cuenta el recuerdo de uno de los cumpleaños de su mamá cuando él era un niño, en el que ella decidió organizar una visita familiar al museo. Los demás miembros de la familia estaban más bien perplejos en un principio, pero luego, esto cambió, volviéndose un momento para compartir en familia, reír y dejar volar la imaginación.
Esto, Anthony Browne nos lo cuenta a través del texto, pero también en gran parte gracias a sus ilustraciones, como de costumbre, muy sugerentes. En este artículo, me enfocaré principalmente en analizar el trato que le da a los colores.
La ilustración en la que se nos presentan los protagonistas de esta historia es de color monocromático, en tonos sepias, y así sigue hasta que la familia entra en la galería de arte. El único color brillante es, en un principio, el azul.

Es justamente la Galería Tate Britain que Anthony Browne ilustró para este libro y es la que van a visitar. El artista usó un plano contrapicado para dar una sensación de imponencia al edificio. Siguió usando los tonos sepias en esta ilustración pero llama la atención el el azul brillante saliendo por las ventanas que irradia hacia afuera.
Las primeras ilustraciones una vez en el interior del museo cambian radicalmente. Seguimos en un color monocromático, pero esta vez, el tono azul es el que prima, donde las paredes, las obras, incluso las personas, menos los protagonistas, quienes se mantienen en colores sepia, están invadidos por ese color. ¿Qué nos quiere transmitir Anthony Browne con este cambio? Podríamos entenderlo como una manera de representar que esta familia no se siente parte de las artes, que es algo completamente ajeno a su vida diaria y su realidad.
.jpg?1652398524)
A medida que avanzamos en el relato vemos cómo los protagonistas van pasando de esos tonos sepias, más bien apagados, hacia colores mucho más vivos, empezando por la mamá cuyo chaleco va tomando un rojo fuerte y brillante. Los cambios se hacen de manera paulatina en los demás miembros de la familia pero de manera sostenida mientras los acompañamos contemplando obras, reflexionando y conversando acerca de ellas.
Es todo el ambiente que termina evolucionando de esta forma, los personajes pero también las paredes y el suelo del museo. Dejamos completamente de lado la monocromía para tener una explosión de colores.
Incluso la ilustración que nos muestra a los dos niños con su mamá y su papá de vuelta a casa es muy contrastante con la que nos mostró la ida. En esta última, vemos a una familia mucho más unida, plena y feliz, a través de sus rostros y posturas corporales pero también gracias a la paleta de colores que Browne escogió. La transformación que podemos ver entre ambas ilustraciones es impactante.

¿Cuál es el mensaje que nos busca transmitir el autor al utilizar estos recursos? Podríamos analizarlo como una forma de mostrar la capacidad que tienen las imágenes de transmitir mensajes, de hacernos sentir y el poder de cambio que esto pueda tener sobre nuestras vidas si nos lo permitimos y nos damos el tiempo de apreciarlas.
Este libro es un homenaje a las artes visuales, a la imaginación, a las redes y vínculos que estas tejen entre los seres humanos.
Si te gustó este libro, puedes encontrar más detalles sobre él y adquirirlo a través de nuestra Librería Online, haciendo clic aquí