Cuentos del niño en mi hombro

En sus cuentos, Eduard incorpora trabalenguas, canciones y rimas. Se inspira en los cuentos clásicos. Refunde cuentos, los recrea. Viaja en la alfombra mágica de su imaginación a muchos países. Puede ambientar un cuento en el Lejano Oriente o en la Vieja Europa. Sus escenarios son cosmopolitas. Pueden transcurrir en Japón, en Chile o en Alemania. Hay reminiscencias de Hans Christian Andersen pues hace hablar a los objetos y juguetes […] Todo le parece natural porque su mente es prodigiosa como la de un mago que hace piruetas con las imágenes.